Por Jéssica Ashby
Coach Ejecutivo, de equipos y de vida.
Ahora que he tenido la oportunidad de convivir con ejecutivos que trabajan para diferentes tipos de empresas y en diversos puestos; he visto que coinciden en su mayoría en el reto de relacionarse entre personas de diferentes generaciones, personas de edades variables con diferencia de entre 5 a 20 años entre un empleado de poca antigüedad versus uno de mayor tiempo en la compañía. Se calcula que ”vivos” estamos conviviendo seis generaciones Old Baby Boomer /Tradicionalista ( – 1945) , Baby Boomer (1946 – 1964), Generación “X” (1965 – 1979), Generación “Y” o Millenials (1980 – 1999), Generación “Z” o Centenials / Visuals (2000 – 2010) y Generación Touch (2011- ). Sin entrar en la discusión de la exactitud de los años en cada generación es interesante observar que los años que se llevan entre generaciones cada vez son menores debido a que los cambios tecnológicos o en moda son más rápidos e influyen en esta división, así como, las características sociales, la música, la cultura laboral, las motivaciones, la relación con la autoridad, la diversidad y finalmente la comunicación y la primera pregunta que me surge es ¿qué tan rápido me adapto a estos cambios? y de no adaptarme que pasaría en mi ejercer diario en todos mis roles.
Traslademos esto a las empresas en las cuales también tienen la clasificación de Tradicionales, Startups, Agiles, y sus culturas, reglas, formas de trabajo (tiempo completo, medio tiempo, home office), liderazgo, códigos de vestimenta (desde traje sastre hasta sandalias y bermudas), jornadas laborales (desde 4 horas hasta más de 12), el uso de apps, medios electrónicos, gadgets, redes sociales y la inmediatez con la que ahora se obtienen productos y servicios en la puerta de la oficina (comida, super, …) han influido en la forma de relacionarnos entre todos.
Cuando un líder se enfrenta al manejo de diferentes talentos y edades quizá lo primero que haría si estuviera en ese reto sería pensar que características me identifican tomando en cuenta la educación recibida correspondiente a nuestra generación y después observaría las características de las personas que los rodean como colegas, jefes, subordinados y analizaría cuales son los puntos de convergencia aprendiendo de las diferencias entre todos pero sobre todas las cosas pensaría que no hay mejor generación que la que vivimos “ahora” en el tiempo presente.
Aprendamos rápidamente las nuevas reglas y formas, adaptémonos con inteligencia emocional controlando nuestras añoranzas y entendiendo que cada época tiene su encanto y su sinsabor pues no hay una verdad absoluta y siempre hay maneras creativas y diferentes de solucionar problemas y tomar decisiones; así que; si somos líderes permitamos, guiemos, marquemos fronteras y dejemos en libertad; si somos padres formemos, establezcamos límites con amor, aprendamos con los hijos y demos libertad y si somos parte de un grupo de amigos o de familia respetemos, entendamos sin juicio ni crítica ya que cada quien actúa como aprendió y recordemos que cambiar es renunciar a un pasado y puede ser difícil desapegarse, sin embargo, vivir con intensidad el presente te hace crecer desaprendiendo y aprendiendo con mayor rapidez.