Hace más de cinco años publiqué un artículo con este título, haciendo una breve reflexión, desde mi función como directora de recursos humanos, de cómo las empresas pueden llevar a cabo acciones para generar bienestar en sus empleados. En aquel entonces sinceramente creí que este tema sería una de tantas “modas”: debo reconocer que no lo fue. Hoy más que nunca las nuevas generaciones de colaboradores esperan mucho más de sus trabajos que “solo” su pago de nómina y prestaciones.
Y entonces como ahora, mi posición personal es que cada uno de nosotros somos responsables de las actitudes que nos conduzcan a la felicidad (o a lo contrario) ¿Así de fácil? No, de ninguna manera, es un proceso complejo que requiere primero de consciencia y luego de acción.
A continuación, les comparto el articulo tal y como fue publicado originalmente[1]. Espero lo disfruten y les sea de utilidad. Maria de Jesus Sanchez A., Business Coach, MCJ.
Usando el término “felicidad en el trabajo” nos referiremos a encontrar el estado mental de paz como para que nuestro trabajo no sea una carga que nos afecte en la vida diaria.
A nivel empresarial se puede ayudar a que nuestros colaboradores encuentren este estado físico y mental de bienestar por medio de iniciativas de salud o wellness, término con el que recientemente se ha englobado una serie de iniciativas que hacen accesible a los empleados actividades de acondicionamiento físico, nutrición y salud preventiva y que van desde campañas de vacunación hasta descuentos en gimnasios o inclusive clases de yoga o manejo del estrés en el lugar de trabajo. La lista de actividades y posibilidades es amplia y su implementación dependerá de los recursos económicos con los que cuente la empresa y los empleados, quienes en algunos programas contribuyen con parte del costo, así como de la difusión y seguimiento que se dé por parte de la empresa.
A nivel individual y sin entrar en controversias sobre si la felicidad existe o no, cambiar de trabajo o soñar con el “lugar ideal” no siempre es la mejor fórmula para encontrar dicha felicidad. Si se desea cambiar de empleo creyendo que esto será positivo, adelante. Pero si son otras las cuestiones que llevan a la infelicidad, por más que el individuo cambie de una empresa a la otra no encontrara la paz interior que necesita para disfrutar de sus tareas diarias. Esto es un desafío personal en el que cada uno tiene que actuar, que asumir que quizás el cambio tiene que venir de sí mismo y no de las condiciones laborales. Aprender a planificar, a cambiar de actitud, a enfrentar con alegría cada tarea es fundamental para lograr la felicidad en nuestro trabajo.
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Sanchez A., Maria de Jesús, Felicidad en el trabajo,
Revista Vida Profesional, SODEXO, Julio-agosto 2012.